Aquí, sin salir de la provincia de Teruel, se produce un jamón de exquisito sabor, probablemente el mejor jamón del mundo procedente de cerdo blanco. Desde las zonas bajas, como el Matarraña y Bajo Aragón, lugares que encierran una historia, una cultura y una marcada tradición alrededor del cerdo, hasta las sierras de Albarracín, Gúdar-Javalambre y Jiloca, donde, casi tocando el cielo, el aire puro y limpio cura los deliciosos jamones y paletas.
Sabor delicado, muy agradable y poco salado por el mínimo contenido en sal en el proceso que se efectúa por apilado de las piezas con la sal seca y a temperaturas muy bajas.
Grasa untuosa al tacto, brillante de coloración blanco amarillenta, aromática y de agradable sabor.
La duración mínima de todo el proceso de elaboración es de 60 semanas.
La pieza puede presentarse con toda la corteza o perfilado en corte en “V”.
Procede exclusivamente de las razas Landrace, Large White o cruce de ambas (línea madre), y Duroc (línea padre). La Estrella de ocho puntas grabada a fuego en su corteza lo identifican.