Por las características agroclimáticas del territorio y las razas aptas para la producción de IGP «Ternasco de Aragón»: Rasa Aragonesa, Ojinegra de Teruel, Roya Bilbilitana, Maellana, y Ansotana, se ha considerado desde antaño, a este cordero, de una elevada calidad. Esta IGP fue la primera carne fresca que en España fue reconocida como Denominación Específica. Posteriormente, en 1996, se registró en el Registro de las indicaciones geográficas y de las denominaciones de origen como Indicación Geográfica Protegida.
Los corderos son alimentados desde su nacimiento con leche materna complementada “ad libitum” con paja blanca y concentrados autorizados.
Después del sacrificio del animal, la canal tiene un peso comprendido entre 8,0 y 12,5 kg, con grasa externa de color blanco y consistencia firme, cubriendo al menos la mitad del riñón y nunca en su totalidad. La carne es de color rosa pálido, tierna con inicio de infiltración grasa a nivel intramuscular, gran jugosidad, textura suave, aportando como resumen un “bouquet” muy agradable.
La zona de producción del ganado está integrada por la Comunidad Autónoma de Aragón.
El Consejo Regulador de la IGP, es el organismo de control que garantiza que la carne destinada al consumo identificada como "Ternasco de Aragón", cumple las condiciones de origen, raza, cría y alimentación, condiciones hasta su sacrificio y características de la carne, la cual se puede reconocer por las siglas TA marcadas en todos los despieces.